Los Lavaderos de Benifallet

El lavadero es el lugar, espacio o construcción donde se lavaba la ropa hasta el siglo XX. El edificio de los lavaderos de Benifallet se compone de un único volumen de planta baja. Su disposición en planta es rectangular con cubierta longitudinal a dos aguas. La estructura vertical está formada por pilares de mampostería y la estructura horizontal por caballos de madera dispuestos en cuatro vigas. Los cierres de muros de mampostería entre los pilares constituyen una barrera de media altura que permite la iluminación y ventilación continua de los lavaderos. Los lavaderos están constituidos por tres lavaderos contiguos comunicados entre sí por sobreelevadores para facilitar los procesos de limpieza y repaso de la ropa, y en el perímetro de los cuales se encuentra la superficie de limpieza en pendiente hacia las balsas.

El edificio es singular también por la estructura de caballos de la cubierta y el sistema de entramado y soporte de las tejas. Cada municipio disponía de su lavadero, siendo un importante avance desde la vertiente de la mejora de la salud pública de los pueblos, el paso de limpiar la ropa a la orilla del río a hacerlo en una edificación específica.

Etnográficamente, hay que constatar la función histórica de los lavaderos como punto de encuentro, de intercambio, de comunicación y de convivencia entre las mujeres del pueblo. Hasta el extremo que el término "hacer lavadero" pasa a tener un doble sentido, significando además de la acción propia de los lavaderos, hacer cháchara y cotillear mientras se lava la ropa. Finalmente, la cultura del aprovechamiento del agua, que parece que volvemos a valorar, se constata muy bien en estas construcciones en cuanto al aprovechamiento y la reutilización del agua. El aprovechamiento del agua del origen natural para hacer lavadero comunitariamente, posibilitaba después aprovecharla para regar los huertos cercanos.

La artista Amanda Corominas hizo un mosaico para conmemorar esta tradición, dándole vida con el mismo espíritu que se hacía a principios del siglo pasado, con las mujeres como protagonistas lavando la ropa.

Los lavaderos se encuentran situados en la confluencia de las calles Dr. Sastre, Alfons y el Parque de las Moreras, en el paseo del río.

 

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